En el tramo final, donde está prevista la ejecución de un terraplén y varias obras de drenaje transversal, apareció tierra contaminada por causas ajenas a la obra, dado que esta zona había sido un antiguo vertedero de materiales de construcción, entre los que se detectaron restos de fi brocemento con contenido de amianto.

Para descontaminar la zona, se decidió llevar a cabo una excavación de tierras a través de equipos especializados debido a la presencia de amianto.

Se realizó la excavación de la zona contaminada por una empresa autorizada perteneciente al grupo FCC, con personal equipado específi camente para evitar inhalación y contacto con las partículas de asbestos. La zona de trabajos fue señalizada y delimitada con una única entrada de acceso para un mejor control, prohibiendo la entrada a personal no autorizado.

La tierra contaminada se cargaba en camiones con big-bag que se cerraban herméticamente, evitando de esta forma la dispersión del material durante su transporte a vertedero. El residuo fue gestionado como clase III en el vertedero de Castellolí, también gestionado por una empresa del grupo y único autorizado para el tratamiento de dichos residuos en Cataluña.

A la salida de la zona de trabajos, se realizaba un lavado de los camiones de transporte para evitar la propagación de las partículas al exterior y se eliminaba el polvo de los monos de los trabajadores con aire a presión.

En las operaciones de descontaminación del suelo se ha gestionado un total de 19.250 toneladas de tierra contaminada, evitando con estas acciones el riesgo de contaminación de los espacios situados en el tramo fi nal de la carretera.

Una vez descontaminada la zona afectada, se puede proceder a la ejecución de obras de drenaje y de la base del terraplén.