La obra consistía en la demolición y reconstrucción desde la subbase de la mayor parte de la plataforma de estacionamiento de aeronaves del aeropuerto de Tenerife Norte.

Concretamente, había que demoler y reconstruir una plataforma de losas de hormigón de 30 cm de espesor y una plataforma de aglomerado asfáltico de 35 cm de espesor, así como realizar una serie de reparaciones estructurales en una plataforma de losas de hormigón de 35 cm de espesor.

Estas actuaciones suponían la generación de 51.000 t de escombro procedente de la demolición del hormigón y 21.000 t de escombro de aglomerado asfáltico que, según lo indicado en el proyecto constructivo, debían ser retirados a vertedero autorizado. En este sentido, hay que tener presente, que la obra se localiza en una isla, que, por su situación como destino turístico y con entornos naturales de especial valor, tiene una sensibilidad especial con la protección ambiental y, además, cuenta con limitaciones importantes de espacio para vertederos.

Viendo la cantidad de material que había que trasladar a vertedero, desde el inicio se plantearon alternativas para reducir o valorizar dichas cantidades, persiguiendo maximizar el resultado ambiental y económico de la obra.

Tras realizar la demolición de las losas existentes, se comprobó que la calidad del picón (piroclastos basálticos usados habitualmente en las islas como subbase) no era suficiente para poder reutilizarlo y que satisficiese los requisitos exigidos a la subbase de una plataforma de estacionamiento de aeronaves. Para resolver el problema, se planteó como solución la reutilización del material procedente del machaqueo de las antiguas losas de hormigón, transformado en zahorra artificial; por otra parte, el picón excavado se puso a disposición del aeropuerto para que fuese utilizado en labores de jardinería.

En cuanto a la losa de aglomerado asfáltico, ésta se fresó y se puso a disposición del aeropuerto para realizar una plataforma de trabajo en el área de acopios.

Con las soluciones descritas, se han conseguido valorizar todos los escombros generados en la obra, es decir, el 100% de la demolición de toda una plataforma de aeropuerto.

En primer lugar, se redujo a cero la cantidad de escombro de hormigón procedente de la demolición de las losas que se lleva a vertedero. Asimismo, el picón extraído bajo las losas se reutilizó como material de jardinería y para rellenos sin capacidad portante, evitando de este modo comprar material. Finalmente, el fresado del pavimento asfáltico proporcionó el material necesario para la realización de una plataforma de trabajo en el aeropuerto.

El éxito del proyecto, que ha servido para mejorar la gestión económica de la obra, su comportamiento ambiental y la imagen institucional de la empresa, le ha hecho merecedor del premio al proyecto eco-eficiente que mejora los resultados de la compañía en la III edición de los premios internacionales a la Eco-Eficiencia del Grupo FCC.