Puente de Mersey
Descripción de la actuación social y ambiental.
Necesidades detectadas:
La construcción del nuevo puente que cruza el estuario de Mersey y de los trabajos asociados a éste para incorporar el nuevo paso dentro de la red de carreteras existente, tiene como finalidad proveer una conexión efectiva por carretera del área de la ciudad de Liverpool hasta Cheshire. Como en todos los proyectos de similares características, y más si se desarrollan en un área urbana, el impacto acústico de los trabajos de construcción es uno de los más molestos para los habitantes de la zona, ya que puede alterar sus rutinas diarias, causar estrés, dolores de cabeza y otros efectos secundarios. Además, conviene destacar que este impacto se produce durante todo el ciclo de vida de la obra civil.
Soluciones adoptadas:
Debido al ruido que producirá la ejecución y funcionamiento del proyecto, antes del inicio de las obras se diseñó un Plan de Gestión de Ruidos y Vibraciones, con el fin de minimizar el impacto causado sobre los residentes de la zona.
Con la implantación de las primeras fases del plan, se llevó a cabo una identificación, no sólo de los efectos que cada una de las etapas de construcción y uso tendrá en relación al ruido y vibraciones, sino también de su duración aproximada. También se realizó una medición del ruido antes de comenzar los trabajos de construcción para determinar los niveles base de ruido e identificar las zonas más vulnerables.
Como parte del citado Plan de Gestión, se identificaron las actividades productoras de ruido y vibraciones, y se procedió al estudio de cada caso concreto para poder diseñar las medidas preventivas y/o mitigadoras destinadas a disminuir el impacto acústico, tanto sobre los vecinos, como sobre la fauna local.
Las medidas seleccionadas fueron muy diversas, dependiendo de la naturaleza del ruido. De forma general, se acordó informar al personal de la obra sobre la necesidad de minimizar el ruido que afectaba a los vecinos y limitar las horas de trabajo de ciertas actividades más ruidosas, que se localizaban en determinadas áreas en las que se detectaron los receptores más sensibles. Otra de las medidas previstas para la fase de construcción esa sido la disposición de los materiales de construcción en forma de pilas para crear una pantalla de protección, tanto en lo referente al ruido como al polvo. En relación al transporte de los materiales, éste se realizará, siempre que sea posible, dentro del horario laboral.
Para la fase de uso, una vez finalizada la construcción, se ha previsto la instalación de barreras acústicas a ambos lados de la carretera para minimizar el impacto sobre los residentes de las zonas adyacentes.
Resultados:
Como resultado de la implantación de las primeras fases del Plan de Gestión del Ruido y Vibraciones, se han podido establecer los niveles base de ruido e identificar las zonas más sensibles, en las que se pueden producir impactos graves. También se han identificado las actividades del proyecto generadoras de ruido y se han definido las medidas preventivas y mitigadoras adecuadas para tratar cada problema en su momento.
Debido a que el proyecto se encuentra en un estadío muy temprano, no se han podido comprobar la efectividad de las medidas seleccionadas para minimizar el ruido. Se prevé, sin embargo, que estas medidas redunden en una disminución de las molestias a la población vecina y consecuentemente en un número menor de quejas y una mejor aceptación del proyecto.