La línea 1 del metro de Panamá se desarrolló en un entorno meramente urbano, lo que supuso un significativo impacto sobre las comunidades afectadas por el trazado de la primera línea férrea metropolitana.

En este contexto, FCC identificó las siguientes necesidades:

• Reducir al mínimo el impacto en las comunidades afectadas
• Proporcionar información sobre el avance de las obras
• Formar a los futuros usuarios sobre el uso y la conservación de este medio de transporte masivo, apoyando a la secretaria del Metro ( Metrocultura).
• Desarrollar una actividad proactiva basada en comunicar los beneficios que generara esta moderna infraestructura.

 

El trabajo inició con un diagnóstico realizado mediante un primer contacto con las comunidades en el cual se aplicó:

• Sondeos de opinión
• Mapeos fotográficos, con lo que se pudo establecer una relación comunitaria en un marco personalizado.
• Volanteos.
• Reuniones informativas.
• Desarrollo del programa “Educar para Conservar” en el cual se promovió la valoración del bien público en sentido de responsabilidad y respeto por el medio ambiente.

 

El programa “Educar para Conservar” se desarrolló bajo cuatro ejes importantes: Formación y Capacitación, Reciclaje / Reuso, Vivero / Semillero, y por último, la Arborización urbana. Todos ellos, llevados a cabo en alianza con el Ministerio de Educación (MEDUCA), Universidad de Panamá y los Municipios de Panamá y San Miguelito, siguiendo las recomendaciones del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales. Este trabajo dio como resultado la siembra de más de 19 mil plantas entre ornamentales y maderables en diversas áreas cercanas o dentro del área de influencia. Conforme fue transcurriendo la construcción de la Línea Uno del Metro, se incrementó el trabajo con las comunidades, en el sentido de generar consciencia de que las molestias serían pasajeras y que eran necesarias para llegar a tener una obra de tal magnitud como lo es hoy la Línea Uno del Metro de Panamá. La clave del éxito en este trabajo emprendedor, fue la comunicación, tanto personal, de puerta a puerta con nuestros expertos en trabajos comunitarios, así como públicamente con volantes, folletos, afiches, banners e infografías divulgadas en medios escritos, televisivos y radiales.