En aquellas partes de la excavación no colindantes a los viales existentes, la contención de tierras para los sótanos se resuelve con muros de hormigón encofrado a dos caras. La mala calidad del material procedente de la excavación, no era adecuada ni para el relleno ni para la compactación del trasdós del muro de sótano, por lo que se hacía necesario el empleo de material de aportación.

También hay que destacar que las características del terreno hacían que el talud de la excavación fuese muy pronunciado. Esta circunstancia, junto con la profundidad de la excavación, de casi 12 metros, implicaba un elevado riesgo de atrapamiento en el fondo del vaciado, en caso de realizarse el relleno y la compactación por medios tradicionales.

Para realizar el relleno se optó por utilizar áridos que no necesitaran compactación, eligiendo un árido procedente del reciclaje de escombro. Este árido, compuesto en su mayoría por productos cerámicos, proporciona al suelo una capacidad portante adecuada para el tránsito peatonal al que está destinado.

La solución adoptada hace innecesario el acceso del personal al fondo del relleno, resolviendo de este modo también los problemas de seguridad planteados.

• Para el relleno del trasdós del muro se emplearon aproximadamente 9.800 toneladas de áridos procedentes de reciclado, con granulometría 8/20. El empleo de áridos reciclados, en lugar de material de aportación de cantera, ha significado una considerable reducción en el consumo de recursos naturales, valorizando un material que, de otro modo, hubiese sido destinado a vertedero y evitando la extracción de materiales naturales.
• La ejecución práctica de esta obra demuestra que el consumo de materiales reciclados, como el caso de los áridos reciclados, presenta una elevada solvencia técnica y lleva asociados unos claros beneficios ambientales y económicos para la propia obra y para la Sociedad en su conjunto.