La obra del colector interceptor general del río Asón, entre las localidades de Ampuero y Colindres (Cantabria), discurre próxima al cauce y atraviesa zonas en las que crece abundantemente la vegetación. Para llevar a cabo las tareas de construcción, se necesita despejar el área de trabajo, por lo que se genera un volumen elevado de residuos vegetales que no se suelen aprovechar.

En lugar de gestionar los restos vegetales como residuo, la obra se planteó como objetivo evitar que el destino de los mismos fuese una disposición final en vertedero, reutilizando los restos vegetales como combustible, sustrato o elemento ornamental.

Con este objetivo, los troncos de mayor diámetro se repartieron entre la población local para que pudieran aprovecharlos como combustible energético en cocinas y chimeneas. Por otra parte, para gestionar las ramas y la vegetación arbustiva, se empleó un equipo de trituración de leña; el material resultante del proceso se añadió a los acopios de biomasa que se usan como sustrato sobre el terreno.

Con el reciclaje del material vegetal, se consiguió un triple objetivo: social, ambiental y económico.

• Desde el punto de vista social, reaprovechar los restos de árboles, arbustos y hierbas contribuyó a fortalecer el vínculo con las comunidades cercanas y reducir el consumo de otro tipo de combustibles en los hogares de los vecinos.
• Desde el punto de vista ambiental, el sustrato orgánico empleado como abono mejoró las propiedades del suelo, tanto desde el punto de vista físico —aumento de la humedad del suelo—, como biológico, contribuyendo a diversificar la fauna edáfica que participa en el ciclo del carbono.
• Además, reutilizar los restos vegetales evitó su traslado al vertedero, con el consiguiente ahorro económico.

Este caso práctico demuestra que el respeto por el medio ambiente, contribuye, asimismo, a reforzar la cohesión social con las personas y comunidades de las zonas en las que FCC Construcción desarrolla sus actividades.