Reforma de las instalaciones de Cervera del Llano, en la autovía A-3
Descripción de la actuación social y ambiental.
Necesidades detectadas:
En línea con el compromiso de MATINSA de controlar el consumo energético en los centros de trabajo, se aprovecharon las obras de reforma de las instalaciones de Cervera del Llano —que da servicio a la Autovía A-3— para plantear una estrategia de reducción del consumo del gasoil que fuera sostenible, es decir, que permitiese el autoabastecimiento de la instalación y que mejorase la huella de carbono.
Por otra parte, la eliminación de la vegetación es una tarea clave en el mantenimiento de una carretera para garantizar la seguridad de los usuarios de las vías. Esta tarea se lleva a cabo anualmente para evitar que se reduzca la visibilidad, que se produzca un posible colapso de los canales de drenaje y que aumente el riesgo de incendios. En el caso de la Autovía A-3, la campaña de desbroce de la vegetación de los márgenes genera grandes volúmenes de residuos que la organización debe gestionar.
Soluciones adoptadas:
La combinación de ambas circunstancias resultó en un sistema eficiente de gestión de residuos y minimización de consumo de recursos, ya que se decidió instalar en el centro de trabajo una caldera de biomasa, para generar agua caliente y calefacción para las instalaciones (oficinas y nave) de la propia autovía.
Para convertir los residuos de vegetación en combustible pellet, se instaló una biotrituradora con capacidad para fragmentar las ramas procedentes del desbroce hasta reducirlas al tamaño del serrín, y posteriormente dejarlas secar y prensarlas en el formato del pellet.
Resultados:
La biomasa generada por el despeje de los márgenes fue suficiente para abastecer de combustible al centro de trabajo y generar toda la energía necesaria para un año completo, por lo que ha resultado ser un sistema autoabastecido y sostenible.
De este modo, el nuevo sistema de abastecimiento energético de las instalaciones de la autovía A-3 en Cervera del Llano ha implicado una reducción de los costes de la gestión del residuo vegetal, que ha vuelto a ser reintroducido como recurso en el ciclo productivo, así como una minimización del consumo de gasoil, con la consecuente reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas.