Puerto de Açu
Descripción de la actuación social y ambiental.
Necesidades detectadas:
La obra del Puerto de Açu está localizada en el litoral norte del estado de Rio de Janeiro de Brasil, un área clave para la reproducción, alimentación y descanso de las tortugas marinas, especies protegidas por estar en peligro de extinción. De las 5 especies de tortugas marinas que pueden encontrarse a lo largo del litoral de Brasil, son los ejemplares de tortuga cabezuda o mestiza (Caretta caretta), concretamente, los que utilizan el área de influencia de Puerto de Açu como zona de desove.
La iluminación artificial de la obra puede causar fotopolución o contaminación lumínica si está mal diseñada, lo que conlleva un impacto muy perjudicial en el proceso de reproducción de las tortugas marinas. Las tortugas realizan sus nidos generalmente por la noche; así pues, si la iluminación artificial es abundante, las hembras desisten de salir del agua y siguen buscando playas con menor iluminación, lo que puede ocasionar su muerte por agotamiento. Incluso si los huevos han sido depositados en la playa, la iluminación excesiva puede ser un problema para las crías, ya que en su camino hacia el mar pueden desorientarse por la iluminación, siendo presas fáciles para los depredadores o morir por deshidratación.
Soluciones adoptadas:
Para ayudar a proteger a los ejemplares de tortuga cabezuda o mestiza presentes en el entorno de la obra, FCC-TARRIO TX, ha realizado una serie de acciones para minimizar los impactos de la iluminación en el área del Puerto de Açu.
Las luminarias provisionales de la obra se han orientado, de modo que no iluminen directamente el mar y con un ángulo de inclinación de 30º respecto a la horizontal para evitar valores excesivos de flujo hemisférico superior instalado, de deslumbramiento o de intrusión lumínica. Tanto la instalación de la propia luminaria, como cualquier estructura, fija o móvil, que pueda recibir iluminación incidente se ha pintado de color oscuro y mate. Además, el sistema de alumbrado se mantiene apagado siempre que no esté siendo utilizado para actividades específicas.
Se ha adaptado la planificación de la obra, de forma que actividades como el dragado, la eliminación de los materiales de dragado y la construcción de escolleras se lleven a cabo exclusivamente de 7 a 16 horas durante los meses de noviembre, diciembre y enero.
Para que todo el personal que trabaja en la obra, tanto propio como subcontratado, sea consciente del impacto que sus actividades pueden tener sobre el período reproductivo de las tortugas marinas, así como de los condicionantes ambientales y de las medidas implantadas por la obra, se han llevado a cabo charlas de sensibilización y se han realizado folletos informativos.
Resultados:
Charla de sensibilización y concienciación al personal de obra en relación con la protección de la tortuga cabezuda.
Posicionamiento de las luminarias provisionales para minimizar su afección sobre las tortugas presentes en el entorno de la obra.
Crías de tortuga abandonando el nido e iniciando su recorrido hacia el mar.